Las películas Disney han sido las ‘’culpables’’ de que hayamos pasado horas y horas delante de la televisión, sin apartar la mirada. Nos enternecimos viendo La Bella y la Bestia, La bella durmiente, Blancanieves, La Sirenita o La Cenicienta, descubrimos que no todas las princesas necesitaban un príncipe a su lado con Mulán, nos perdimos en el País de las Maravillas persiguiendo al Conejo Blanco junto con Alicia, amamos a los animales gracias a El Rey León, Tarzán, El Libro de la Selva, dejamos de tener un poco de menos miedo a los monstruos gracias a Lilo & Stich y Monstruos S.A., quisimos dejar de crecer como Peter Pan, aprendimos (no del todo) a no mentir por miedo a que nos creciera la nariz como a Pinocho...